¿Existe un peligro real para Winston Báez o es solo especulación?

La reciente publicación de Isaura Estévez sobre el supuesto peligro que corre la integridad física del exregidor Winston Báez plantea interrogantes importantes en torno a la actual administración del Ayuntamiento de Santo Domingo Este. La denuncia de Báez sobre el manejo discrecional del presupuesto por parte del alcalde Dío Astacio y los regidores ha sacudido el ámbito político local. Sin embargo, afirmar que su vida está en peligro podría ser una conjetura sin evidencia directa que lo respalde.

CAJITA CONVERTIDORA

El artículo de Estévez pone en duda la transparencia de la gestión municipal, señalando que el desglose del presupuesto, un documento que debería ser de acceso público, no ha sido divulgado. Además, destaca cifras alarmantes sobre el uso de fondos, como los 66 millones de pesos destinados a publicidad o los 21 millones etiquetados para bonos políticos. No obstante, el salto de estas denuncias económicas a una amenaza contra la vida del exregidor parece carecer de sustento concreto.

Un clima de intolerancia en aumento

A pesar de la falta de pruebas de una amenaza directa, el contexto no debe ser ignorado. La denuncia presentada por el alcalde Dío Astacio contra el comunicador Fernando Buitrago por supuesta difamación e injurias refleja una creciente intolerancia hacia las críticas. Este tipo de acciones puede generar un ambiente hostil, en el que quienes denuncian irregularidades se sientan vulnerables.

Además, la historia del municipio no ofrece tranquilidad. Santo Domingo Este ha sido escenario de episodios violentos que involucran a funcionarios municipales, desde asesinatos de regidores y alcaldes hasta denuncias de secuestros. Este trasfondo, combinado con las tensiones actuales, alimenta el temor de que cualquier conflicto político pueda derivar en violencia.

Preocupaciones legítimas, pero sin evidencias claras

Si bien Isaura Estévez tiene razón al advertir sobre los riesgos implícitos en denunciar corrupción en un ambiente político tenso, su artículo carece de pruebas concretas que indiquen que Winston Báez esté bajo una amenaza específica. No se menciona ninguna intimidación, ataque o advertencia directa hacia el exregidor que justifique su preocupación inmediata.

Sin embargo, en un país donde la violencia ha sido una respuesta trágica a las disputas políticas, el temor por la seguridad de Báez no puede ser desestimado del todo. La falta de transparencia, combinada con una posible intolerancia hacia las críticas, crea un entorno en el que las voces disidentes podrían estar en riesgo.

Reflexión final

Aunque no existe evidencia clara de que Winston Báez enfrente un peligro real e inminente, la administración de Dío Astacio debe tomar en serio las críticas y garantizar que las denuncias sean respondidas con transparencia, no con represalias. Asimismo, la sociedad debe mantenerse vigilante para evitar que la violencia vuelva a teñir de sangre las disputas políticas en el municipio.

En última instancia, proteger la vida de quienes denuncian irregularidades no solo es un imperativo moral, sino una muestra de que la democracia sigue siendo una herramienta para la justicia y no un campo de batalla.

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